Estimada familia, deseo compartir con ustedes mi pésame por la pérdida de su ser querido. A pesar de que un tiempo ya ha pasado desde la muerte de su ser querido sabemos que el dolor que uno siente por la pérdida puede quedarse en el corazón por el resto de la vida. Por eso me gustaría compartir con usted una esperanza que Dios nos da en su palabra la Biblia. Está se encuentra en Revelación 21:3,4 que dice lo siguiente, “Con eso, oí una voz fuerte desde el trono decir: “¡Mira! La tienda de Dios está con la humanidad, y él residirá con ellos, y ellos serán sus pueblos. Y Dios mismo estará con ellos. Y limpiará toda lágrima de sus ojos, y la muerte no será más, ni existirá ya más lamento ni clamor ni dolor. Las cosas anteriores han pasado”. Dios promete que muy pronto ya no habrá más dolor ni sufrimiento. El acabará con la muerte para siempre. Y no solo eso sino que Dios promete que resucitará, o volverá a la vida a las personas que han fallecido en la muerte. Que emocionante será poder volver a ver a nuestros seres queridos que han muerto. Espero sinceramente que estas palabras le traigan consuelo.