F. P. S.Trabajador infatigable, padre abnegado, sumiso imposible.
Falleció en Sevilla el día en un futuro, esperamos, muy lejano
D.E.P.
Don F.P.S. suplica perdón a su antigua dueña y amiga, por haber tenido el atrevimiento de morirse sin su permiso. No lo hará más.
El mayor apenado, él mismo, queda muy agradecido a todos aquellos (pocos), que lo sientan de verdad. «Para un día que salgo en una esquela y no me veo.»
Su afligida asistente personal ha organizado un concierto en su memoria, con asistencia libre y la participación de sus grupos favoritos, en los jardines de la Buhaira. Se ruega vestimenta acorde a la ocasión; negro, cuero y latex, a poder ser.
Más adelante, una parte de sus cenizas se esparcirán en la plaza del Sacrificio (en honor al martirio de los benedictinos del cercano convento), la otra parte se entregará a su desconsolada asistente personal para que haga lo propio en Madrid, en su memoria y reconocimiento.