“Cuando un amigo dice adiós, a veces es difícil dejarlo ir, cuando un amigo tiene que partir, nuestra mirada y nuestra vida, tras de él se quieren ir, pero hay algo que va más allá del dolor, que nos hace estrechar los lazos, cuando un amigo, tiene que partir solo el amor nos ayuda a decir: “‘Nos vemos en la eternidad amigo’. Sin tu maleta te has de marchar, pero estoy seguro que no la necesitarás, con vestidos nuevos de has de cambiar y cara a cara, el rostro de tu gran amigo verás, y cara a cara, el rostro vivo de Cristo contemplarás, adiós amigo”.