El científico que no encontró trabajo cómo físico después de graduarse en Zurich y tuvo que trabajar en la oficina de patentes suizas. Sería aquí y en su tiempo libre, donde produjo la mayoría de las teorías que llevarían a considerarle el científico más brillante del siglo XX. Ese es Albert Einstein, nacido en Alemania el 14 de marzo de 1879, fallecido el 18 de abril de 1955 en Estados Unidos, y considerado el padre de la física moderna. Pacifista convencido, aborrecía los nacionalismos prefiriendo ser considerado un «ciudadano del mundo». Renunció a la nacionalidad alemana a los 16 años y estuvo oficialmente sin estado hasta que se convirtió en ciudadano suizo en 1901. Se casó con la única alumna de su clase, la brillante Milena Maric, que renunció a su carrera cuando se casó con él y con la cual tuvo dos hijos, se divorció de ella 1919. Después se casaría con su prima hermana Elsa que fallecería en 1936. Después de eso no volvería a casarse. Einstein fue un gran activista por los derechos civiles y solía relacionarse con organizaciones pacifistas y socialistas, lo que le llevó a ser investigado por el FBI, llegando a recomendar su director, J. Edgar Hoover, que se le expulsara de Estados Unidos, proposición que fue desestimada por el Departamento de Estado.